Hola,
como de costumbre, cuando emprendo un
nuevo proyecto empiezo con muchas ganas y con la idea de hacer mil cosas
alternativas para complementarlo (otra cosa es que termine con las mismas
ganas). Pues bien, llevo todo el verano meditándolo y he decidido crearme este
blog para ir contando qué tal es la vida en Kaunas, qué hacemos por aquí, a qué
lugares vamos... en fin, las aventuras y desventuras de una Erasmus española en
estas tierras tan alejadas del Mediterráneo.
La primera semana en Kaunas se ha pasado
volando. Parece tan lejos en el tiempo cuando me monté en aquel avión en
Alicante (con cierto temor, Ryanair, ya sabéis) que es como si llevara viviendo
aquí meses. El viaje comenzó animado, con un lituano de unos 50 años sentado a
mi lado que no se bebió menos de 10 botellitas de whisky en las 3 horas de
trayecto. Ya os podéis imaginar... todo el camino hablando, escondiéndose de su mujer para que no le viera gastarse el dinero en
alcohol y sacando temas de conversación random. He de decir que en un principio
era ameno, pero a medida que iba pasando el tiempo y su bandeja se llenaba de
botellas vacías, se fue haciendo un poco pesado: se movía, no se callaba, me
interrumpía la lectura o cuando estaba durmiendo. En fin, que al bajar del
avión, y visto el escándalo que había creado, su mujer acabó reprendiéndole
delante de todos, lo que fue ciertamente gracioso.
El aeropuerto de Kaunas es muy pequeño:
consta de un bloque y una sola pista (o dos, quien sabe). La cosa es que yo iba
con el miedo de no encontrar a mi mentora... pero no, allí estaba ella
esperándome. Se llama Ugne y es muy simpática, poniendo todas las facilidades. Cogimos el bus que nos dejaría
en la puerta de la residencia. La pobre había dormido 3 horas aquella noche,
pues a las 6 de la mañana fue a recoger a unos eslovacos que llegaban en
bus. Aún así, nos acompañó (a los eslovacos y a mí) a hacer las pertinentes
gestiones (papeleos varios de la universidad). Los eslovacos son muy majos, y
hablan todos inglés perfectamente (yo pensé que eran de UK o algo así) y
sorprendentemente me entendían con mi inglés-vallecano.
Tras esas aburridas burocracias fuimos a
lo que se presupone que será nuestra casa cuando llegue el frío invierno: el
AKROPOLIS. Es el centro comercial de Kaunas, a 5 minutos de la residencia.
Tiene de todo y en estos 7 días, cada vez que he salido a la calle he acabado
haciendo cualquier compra allí. Bolera, pista de patinaje, ropa... vamos,
lo típico.
La residencia mola. Es un edificio algo antiguo de 10 plantas con habitaciones compartidas (algunas en bloques). Cada planta tiene
dos cocinas comunes y es ahí donde más "vida social" hacemos. Yo vivo
en uno de los bloques de dos habitaciones de la sexta planta. Es cierto que
compartir un baño entre 5 puede ser un poco complicado, pero de momento no ha
habido problemas. Vivo con dos italianas y dos turcas, y la comunicación parece
fluir por el momento.
Al llegar el primer día ya conocí a
algunos de los españoles que están en la resi. En total somos unos 20 y ya nos
hemos formado nuestro grupo al que los demás residentes llaman "The
Spanish Guetto" por estar siempre juntos. De hecho, hemos hecho nuestra la
cocina de la quinta planta y casi siempre coincidimos para comer y cenar allí.
Y para beber por la noche antes de salir (y si no salimos, también).
¿Y sobre Kaunas? Pues no mucho que contar
por el momento. Es una ciudad pequeña, casi un pueblo, y a pesar de ser
bastante lineal arquitectónicamente hablando, a mí me parece que tiene su
encanto, sobre todo la parte del oldtown, donde está la zona de bares, el
ayuntamiento, un pequeño castillo gótico... También hay que destacar la calle Laisves: es la calle/avenida
principal que une las dos zonas. Para entendernos: un Paseo de la Castellana en
miniatura. Aquí todo es barato: la comida (excepto fruta y verdura, que son
precios más elevados), la restauración (pizza+bebida+postre 5 euros), el tabaco... por no hablar de la
cerveza. La marca por excelencia es Svyturis y una botella de medio litro
cuesta 1,90litas (unos 50 cent al cambio). En los bares las consumiciones
también son bastante baratas: minis de cerveza a 6 litas, chupitos a 8, y los
cubatas sobre 15. Y con esos precios es que te incitan a beber.
Hoy ya empezamos el curso, pero primero tuvimos un pequeña presentación de las carreras y facultades. La VDU se divide en las distintas facultades y están
distribuidas en calles cercanas a Laisves. La
mía, la de Ciencias Políticas y Diplomacia, es la que más cerca está, a sólo 5
minutos. Acostumbrada a tener que hacer 1 hora y media de caminos todos los
días, creedme que será un gran cambio (para mejor). Además de mencionar que,
según mi horario, sólo tendré que ir dos días a clase (lunes y jueves), y los
demás días libres. Pero oye, que yo no me voy a quejar de no tener que ir todos
los días, faltaría más :D
El tema de la comunicación en inglés lo
llevo bien de momento: los lituanos, en general los jóvenes, hablan muy claro y a un ritmo
en el que se entiende todo, así que mis temores por no entender las clases en
inglés se van diluyendo poco a poco. Sin embargo, al hablar con gente de otras
nacionalidades te das cuenta de lo atrasados que estamos en España respecto
idiomas. Excepto los italianos, españoles y franceses, el resto de Erasmus de
la residencia con los que me he topado hablan inglés fluidamente y sin
problemas, ya que han estado escuchando desde pequeños y les obligan a tener un
cierto nivel (elevado) en sus universidades. Por no hablar con la cultura:
nuestro compi eslovaco, Mateo (Matje) no entendía como los españoles no
sabíamos casi nada acerca de Eslovaquia (o de Europa en general): el sabía
bastante sobre nuestra historia y llegó a mencionar a Franco, la Guerra Civil, los
Borbones... y mientras nosotros no sabíamos decirle de Eslovaquia más que la
capital y que anteriormente estaba anexionada a República Checa. Nos hizo reflexionar y estoy
convencida de que en un test sobre la historia de España, él sacaría mejor
puntuación que nosotros
Y, bueno, por último, las típicas excursiones
Erasmus. Ya hemos hecho las primeras: Trakai y Vilnius.
Trakai es un pueblito rodeado de lagos en el que se encuentra un castillo que data de la Edad Media, pero que ha sufrido varias restauraciones a lo largo de la historia debido a las batallas que se libraban en él. Con un embarcadero de tamaño considerable, una de las cosas que más me gustó de Trakai fue los colores llamativos de sus casitas.
Tras estar allí unas horas, partimos hacia Vilnius. Por fin, la capital. A una hora y poco de Kaunas, una compi letona de la resi nos puso en malos antecedentes respecto a la ciudad. Pero sin duda, no tenemos la misma percepción. Vilnius nos encantó a todos: la parte del centro es medieval, con vestigios del Gótico y el Renacimiento y está todo muy bien cuidado y limpio. Además, una parte de la ciudad (la que personalmente más me gustó) es el distrito de Uzupio: es una especie de barrio bohemio donde encuentras desde pinturas en los puentes, grafitis, a las más insólitas muestras de arte callejero (a mí me llamó la atención la lavadora hecha en piedra, por ejemplo). Los habitantes del barrio se consideran una República independiente con sus propias leyes, muchas de ellas con tinte cómico. Por ejemplo, una de las normas al entrar es mostrarse siempre sonriente.
Además, tuvimos la suerte de que la ciudad estaba en fiestas, por lo que había un montón de gente y ambiente en las calles.
En conclusión, Vilnius nos ha dejado muy buen sabor de boca. Además, tuvimos la suerte de que la ciudad estaba en fiestas, por lo que había un montón de gente y ambiente en las calles. Desde luego, ha sido nuestra primera visita a la capi, pero desde luego no la última, porque según nos cuentan, aún nos queda mucho que ver allí :)
Y hasta aquí mi primera semana por estas tierras. De momento el tiempo nos está respetando y estamos viendo bastante el Sol, por lo que habrá que disfrutarlo que a partir de otoño no lo veremos mucho.
Gracias por leerme. Intentaré que las próximas entradas sean más cortas. Pero ya sabéis, cuando se empieza algo siempre hay mucho que contar :)
Pagarbiai!
Veo que los lituanos siguen con su entrañable costumbre de meter a "los del sur" en las peores habitaciones de las residencias.
ResponderEliminarQuiero ser el primero en comentar aquí "¡Gooool en las Kaunaaaaas!", pero seguro que no lo soy.
ResponderEliminarQue disfrutes mucho.
La verdad es que sí, Cristian. Aunque a las chicas más que a los chicosn (somos más). Pero bueno, no lo llevo mal de momento.
ResponderEliminarY Hugo, fuiste el segundo, el honor de ser el primero en decirlo fue Álvaro, pero igualmente, me sigue gustando oírlo :)
Laisves. (L)
ResponderEliminarTu turistea mucho y cuando vaya me llevas :D